La situación económica y la situación de salud están estrechamente relacionadas. Si bien la pobreza no causa directamente problemas de salud, aumenta el riesgo a través de otros mecanismos. Por ejemplo, quienes tienen una situación económica más baja suelen tener menos acceso a alimentos nutritivos, vivienda y atención médica.
La estabilidad económica se considera un determinante social de la salud, que son los factores socioeconómicos que contribuyen a los resultados de salud. Gente Saludable 2030, parte de la Iniciativa Gente Saludable del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., ha destacado una serie de objetivos y metas nacionales, incluidas medidas cada vez mayores de estabilidad económica. Eso incluye reducir la proporción de personas que viven en la pobreza y reducir la inseguridad alimentaria en los hogares y los niños.
Según el informe Estado de la pobreza en Ohio 2023, publicado por la Asociación de Agencias Comunitarias de Ohio, la tasa de pobreza en el estado fue del 13,4% en 2021, ligeramente superior a la tasa nacional. En el condado de Butler, la tasa de pobreza era del 11,6%. La tasa de inseguridad alimentaria infantil en el condado fue del 14,3%.
Las familias pueden experimentar diferentes niveles de inseguridad alimentaria. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos considera que la baja seguridad alimentaria afecta la calidad, variedad o conveniencia de la dieta, pero no necesariamente la cantidad. La seguridad alimentaria muy baja se define como “informes de múltiples indicios de patrones alimentarios alterados y reducción de la ingesta de alimentos”.
Varios resultados negativos para la salud están asociados con la pobreza y la inseguridad alimentaria, incluidas las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. En los niños, la inseguridad alimentaria también puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la anemia por deficiencia de hierro e incluso puede afectar el rendimiento académico. Varios factores contribuyen a un mayor riesgo de tales resultados de salud. Las personas que viven en desiertos alimentarios tienen menos acceso a las tiendas de comestibles y tienen que depender de tiendas de conveniencia y otras opciones cercanas. Además, muchos alimentos ultraprocesados envasados son más baratos y tienen una vida útil más larga, pero pueden tener un mayor contenido de componentes como sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos y un menor contenido de vitaminas y minerales necesarios.
Es importante señalar que no todos los alimentos procesados son nocivos para la salud. Las frutas y verduras enlatadas o congeladas, los frijoles enlatados, el pescado enlatado, las carnes congeladas y los lácteos son técnicamente procesados, pero aun así proporcionan una nutrición valiosa. Estos alimentos se pueden encontrar en TOPSS y se pueden utilizar para preparar comidas y refrigerios saludables.
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